PREVALENCIA DE ANEMIA AFECTÓ AL 42.4% DE NIÑAS Y NIÑOS MENORES DE TRES AÑOS DE EDAD, EN 2022

Según el reporte 2022 de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES), la tasa de anemia en niñas y niños entre 6 y 36 meses subió del 38.8% en el 2021 al 42.4% en el 2022, denotándose una mayor incidencia del déficit de hierro en el área rural (51.5%) que en el área urbana (39.0%). Asimismo, según la Región natural la prevalencia de la anemia fue mayor en las regiones de la Selva (52.5%) y la Sierra (50.4%) que en la Costa (34.4%)

A nivel departamental, la prevalencia de anemia en infantes entre 6 y 36 meses en 2022 respecto al 2021, descendió en siete departamentos: Moquegua (5.6 puntos porcentuales), Arequipa (4.1 puntos porcentuales), Ica (3.6 puntos porcentuales), Puno (3.1 puntos porcentuales), Cusco (2.8 puntos porcentuales), Junín (2.7 puntos porcentuales) y Áncash (0.2 puntos porcentuales).

Cabe mencionar que los departamentos de Cusco y Puno a pesar de haber reducido su tasa de anemia, en 2022 registraron una tasa de 51.3% y 67.2% respectivamente. De esa manera, Puno lideró el ranking de mayor tasa de anemia a nivel departamental en 2022, seguido de Ucayali (65.8%), Huancavelica (65.0%), Loreto (63.1%) y Madre de Dios (60.5%).

Por su parte, los departamentos que aumentaron la prevalencia de anemia en infantes entre 6 y 36 meses en 2022 respecto al 2021, son: Huánuco (11.5 puntos porcentuales), Loreto (11.4 puntos porcentuales), Huancavelica (7.6 puntos porcentuales), Pasco (6.3 puntos porcentuales) y Tacna (5.7 puntos porcentuales).

El incremento de la anemia en el país, al ser un indicador social, fue influenciado por el contexto económico, inflación en los alimentos debido a la escasez de fertilizantes, los altos costos de los combustibles, los eventos climáticos, entre otros factores y el menor dinamismo de la economía, generando un contexto crítico para la población con menores ingresos.

Sin embargo, es preciso señalar que la tasa de anemia en el país se debe también a factores como acceso a servicios básicos, ubicación geográfica, acceso a suplementos de hierro, hábitos y conocimientos sobre el tratamiento de la anemia.

Finalmente, la prevalencia de la anemia en los infantes menores de 3 años provoca impactos en la salud, educación y la productividad de la persona. Y es que la pérdida de desarrollo cognitivo y físico en los niños por anemia repercute en su potencial y su desempeño futuro en el mercado laboral, afectando al capital humano y la productividad de la economía. Por ello, se deben articular iniciativas tanto publicas como privadas en la prevención y tratamiento de la anemia.

 

 

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